Jª 10.- RAYO ALCOBENDAS C.F. 1-0 REAL VALLADOLID C.F. S.A.D.

Un golazo para poner fin a la racha negativa en casa

El equipo local consigue su primera victoria ante su gente, en parte gracias a su portero que salvó a su equipo en varias ocasiones

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Ha costado, pero ha llegado. Han tenido que pasar dos meses de competición para ver por fin el primer gol del cuadro local en casa y que, a la postre, daría la primera victoria. Un golazo de Rubio en los últimos minutos daría los tres puntos a un Rayo Alcobendas que peleó hasta el final ante un Real Valladolid que se volvió a casa con la mochila vacía. La falta de puntería les penalizó en la primera mitad.

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El cuadro Miguel Ángel Quejigo llegaba a esta cita con un hándicap negativo jugando de local. No habían conseguido marcar en casa. Pese a ello, solo había perdido una vez y fue contra el todopoderoso Atlético de Madrid. A domicilio cambia la historia, donde han conseguido la mayoría de los puntos que llevan. En el otro lado, estaba el equipo de Pucela que venía de dos victorias consecutivas y jugando a gran nivel.

El duelo arrancó con mucha intensidad desde el principio. Ambos pugnaban en cada lance de juego. Parecía una partida de ajedrez. Si un equipo rival tenía el balón, el otro presionaba arriba obligando a rifar, o al revés. El Valladolid apostó por presionar. Estaba siendo valiente a la hora de irse arriba ante un equipo que juega muy bien cuando tiene el cuero en sus dominios.

No obstante, el primer acercamiento de cara al gol fue del conjunto local tras una maravillosa jugada de Carlos Martín que se fue de su marcador y la puso para Isi que no llegó por un palmo. Era muy buena la ocasión. La respuesta de los blanquivioletas llegaba a continuación. Pase filtrado para Diego Rodríguez que la puso atrás para César Porras y éste la envió por encima del larguero. Estaba entretenido el choque.

Con el paso de los minutos, el Rayo Alcobendas empezó a expandir su control sobre el juego en campo contrario, acumulando a jugadores en campo rival y recuperando rápido el esférico. Víctor Fernández iba a llegar a tener dos ocasiones claras para anotar y adelantar a su equipo en el choque. La primera con un disparo solo en la frontal donde el disparo cayó a las manos del portero. La segunda fue más clara aún. Víctor recibe dentro del área, recorta a su defensor para disparar al otro palo, pero, de nuevo, se iba a encontrar con la mano del guardameta. Tremendo paradón.

En la recta final del choque, el equipo de Manuel Olivas se estaba mereciendo el tanto. Estaba embotellando al Rayo Alcobendas que apenas lograba salir de su campo. Sin embargo, la ocasión más clara de la primera mitad iba a ser para los locales tras sacar de provecho una cesión entre el central y el portero. Mala comunicación entre ambos. El encargado iba a ser Camacho que golpeaba a la madera.

En la reanudación del choque, En la reanudación del choque hubo más alternancias en el juego. Los dos querían ir a por el segundo. Ninguno especulaba. La primera ocasión de la segunda mitad iban a tener los mismos protagonistas. Víctor recibía solo de marca para soltar un latigazo que obligaba al portero a estirarse y manda el balón a córner. Vaya partidos de los dos jugadores.

El gol parecía que iba a venir porque el partido se volvió un correcalles. A partir de este momento, se hizo con el dominio del partido el Rayo Alcobendas, que era quien proponía cada jugada con el balón. Momentos de gran incertidumbre para el Valladolid que se estaban viendo sometido por primera vez en el choque. El capitán local, “Cachorro”, la tuvo, pero no llegó a rematar. Era clara. Se echaba las manos a la cabeza.

En la recta final, ambos equipos las iban a tener. Primero la tuvo el equipo de Pucela dos veces en una jugada, pero el guardameta evitó el tanto con unos reflejos increíbles. Era imposible que la jugada no acabase en gol. Quien iba a meter era el equipo local, a falta de cinco minutos. Javier Rubio cazó el balón desde la frontal para empalarla y meterla dentro a la red. Tremendo golazo que daba los primero tres puntos a los locales.