Jª 28.- Real Valladolid 1-3 Rayo Ciudad Alcobendas

Un Real Valladolid adormilado recibe el placaje del Rayo Alcobendas y cae a la lona

Los soberbios goles de Carvajal, por partida doble, y Enrique fulminaron a los blanquivioletas que se vieron incapaces de frenar las rápidas transiciones madrileñas; Álex, desde el punto de penalti, puso el 1-2, pero Carvajal acabó con la moral local

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El Real Valladolid recibió en Los Anexos al equipo revelación de la temporada, el Rayo Alcobendas, equipo ascendido esta temporada que esta cuajando un curso de ensueño, quinto clasificado y rubricando buenos partidos a domicilio. Los blanquiviletas se vieron superados ante el tercer mejor visitante de la campaña y no pudieron contener a Carvajal, atacante cedido por el Real Madrid que ya suma 22 goles. Álex dio esperanzas al Real Valladolid tras poner el 1-2 en un penalti discutido, pero el máximo goleador del Rayo Alcobendas arrebató de un plumazo la posibilidad de que los locales rascaran, al menos, un punto sentenciando con el definitico 1-3.

Manu Olivas confeccionó un once con novedades y dio minutos a jugadores del Juvenil B en dinámica con su equipo. Gonzalo fue el guardián de la portería, Álvaro formó pareja de centrales con Pedro, Hugo Guzón se ubicó en el carril diestro, mientras que Cristian y Juan Merino se situaron en la sala de máquinas.

Aplicó una presión alta de inicio el Real Valladolid buscando incomodar la salida de balón del Rayo Alcobendas. Tuvo la posesión el conjunto madrileño en los primeros minutos del envite, ejerciendo una rápida circulación de balón, con Mario y Arribas como principales amenazas. Fue precisamente el 11 el que tuvo la primera ocasión con un centro-chut que atrapó Gonzalo. Respondieron los blanquivioletas, con un disparo cruzado de Sergi Esteban. Tenía hambre el Alcobendas, que no le hizo falta una mecha para poder desplegar sus ofensivas con un Carvajal superlativo. El máximo goleador del conjunto madrileño cedido por el Real Madrid se fue en velocidad por el costado izquierdo, se internó en el área y se zafó de sus rivales, pero el centro raso rebotó en los defensores locales que sufrieron para despejar el venenoso envío.

No encontró la manera de hacer daño el Real Valladolid, se topaba con la buena disposición defensiva del Alcobendas. A Castillo no le caían balones, mientras que Aday no encontró situaciones para dañar con su explosiva velocidad. Y en ese quiero y no puedo del Real Valladolid, Carvajal volvió a hacer de las suyas. Hugo San tuvo problemas para frenar al atacante y no pudo taponar el disparo cruzado del ariete que terminó marchándose por línea de fondo.  La maquinaria del Alcobendas funcionaba, Mario desde la izquierda y Enrique desde la derecha afilaban la lanza cada vez más punzante. No se arrugó el Real Valladolid, no encontró fortuna a balón parado, pero si dispuso de un disparo de Castillo tras una buena acción de Aday. Sin embargó,  Marc embolsó el remate. Tuvieron otra los blanquivioletas antes de enfilar el camino de los vestuarios. Penetró como cuchillo afilado por la banda izquierda Hugo San y se la dejó atrás para Sergi Esteban, pero el Alcobendas estuvo atento para cerrar espacios.

Entró con otro ímpetu el Real Valladolid tras la reanudación. Sergi Esteban no quiso esperar para armar un potente disparo que se colaba por la escuadra, pero Marc se mostró contundente. El Alcobendas aceptó el duelo y en la siguiente acción Carvajal cogió el balón, avanzó, llevándose por delante a los defensas blanquivioletas y culminó con maestría. El bocado le pareció insuficiente al ariete y se propuso aumentar la brecha. Casi lo consigue cuando enfilaba hacia la portería de Gonzalo, pero Pedro se interpuso en su camino.

No se encontraba el Real Valladolid, no había nadie dirigiendo la sala de máquinas y el principal argumento para poder hincar el diente fueron las bandas. No dudó Manu Olivas en agitar el avispero. El técnico introdujo tres cambios de una tacada. Nico, Canario y Álex al ruedo para inyectar energía. Pero esa dosis no fue suficiente para llevar el veneno. La falta de pegada lastraba a los locales, se asentaban en campo contrario, pero sin llegar a culminar sus acciones.

Y de repente Enrique se subió al escenario para protagonizar un truco de magia. El 7 cogió el balón penetró en el área zafándose de sus rivales y cuando se encontró frente a Gonzalo sacó otro recorte para culminar su truco y asombrar al público rematando a puerta vacía. Era el minuto 68 y el luminoso reflejaba un 0-2.

Subieron un punto más de intensidad los blanquivioletas. Hugo San tuvo el carril zurdo para percutir, Canario pugnaba cada pelota y Álex aportaba movilidad. En esas, Alex cayó al área y el colegiado indicó el punto de penalti, una acción muy protestada por el Alcobendas. El media punta no falló para poner el 1-2. Pensarían los blanquivioletas que sería la oportunidad perfecta para reaccionar con carácter y buscar la igualada, pero Carvajal, el mago reconvertido en atleta de 100 metros lisos, quiso que los tres puntos viajaran a Madrid. Pedro falló y el ariete cogió el balón para lanzar una cabalgada superando a los defensas locales y definir a la perfección en el minuto 85. Ese quiero y no puedo del Real Valladolid continuó hasta el pitido final. El próximo encuentro de los blanquivioletas en casa será ante el La Cruz Villanovense en el último de la temporada. 

Foto: Real Valladolid*