El arma de un locutor
Sábado 23 de febrero. Me levanté muy ilusionado porque volvía a narrar un partido de fútbol por la radio. Habían transcurrido varios meses desde el último y posiblemente vaya a transcurrir mucho tiempo hasta el siguiente. Cualquier día en la radio es estimulante, pero ese sábado me desperté con un gusanillo especial. Me esperaba el Getafe - Rayo en el Coliseum, ¡qué pasada!