Que pase el siguiente
[caption id="attachment_11945" align="aligncenter" width="300"] El Alcorcón pasa a Octavos de Copa del Rey después de eliminar al Espanyol[/caption]
Un gran Alcorcón ha pasado a octavos de final de la Copa del Rey después de eliminar al Espanyol en un vibrante encuentro celebrado en Cornellà- El Prat. 3-4 ganaron los alfareros en los penaltis. 1-1 fue el empate durante los 120 minutos.
Ganas, pasión, empuje, esfuerzo, entereza...así podría seguir unas cuantas líneas más explicando el carácter que demostró el Alcorcón sobre el verde del Espanyol, y que le ha permitido pasar a Octavos. El conjunto de Julio Velázquez acorraló a los periquitos en su propio campo desde los primeros compases del partido. La diferencia de categoría solo quedaba en eso, en una categoría...porque en Cornellà se vio a Toribio intentándolo desde el minuto uno. También se vio a Unai Elgezabal con la máscara tras el golpe que sufrió contra el Girona, a Alejo muy eléctrico por banda, a Dani Jiménez echando el candado en la portería, a Óscar Plano peleando sobre el verde y luciendo el brazalete de capitán. No era un brazalete cualquiera, era el brazalete con el que se identificaba toda una Agrupación que soñaba con la Copa. Si se quería pasar era obligatorio marcar. Dicho y hecho, con el traje amarillo de trabajo, la máquina del Alcorcón estaba funcionando a la perfección. Una Agrupación ama y dueña del partido que solo necesitaba un gol para empezar a ilusionarse.
La máquina amarilla estaba funcionando, Velázquez pedía concentración a sus pupilos y no le fallaron. Rondaba el minuto diecinueve cuando Álvaro Giménez, en un saque de esquina, engancha el esférico con la cabeza, lo golpea y lo deja en el fondo de la portería defendida por Roberto. La puerta había sido derribada, la ilusión se teñía de amarillo, pero quedaba un mundo y mucho por sufrir hasta que el colegiado pitase el final. Estaba todo hecho, solo quedaba resistir el empuje y la reacción del Espanyol. Los alfareros no se arrugaron, siguieron peleando ante un conjunto perico que no aparecía...o que el Alcorcón no lo dejaba aparecer. La banda derecha del Espanyol era una alfombra roja para los de Velázquez. Óscar Plano se paseaba con facilidad a su antojo, con el esférico pegado a las botas y pisando con peligro en el área rival. Diego Reyes hizo que se encogieran los corazones de los alfareros fallando lo infallable al borde del descanso.
Quique Sánchez Flores vio como Velázquez le estaba ganando la partida, y en el intermedio del partido movió fichas, dando entrada a Hernán Pérez y a Melendo en puestos de Caicedo y Reyes. Tocó la tecla Sánchez Flores, y la reacción se traslado al campo. Empezó a crecerse el conjunto catalán con el nervio metido en el cuerpo y que no encontraba manera de perforar la meta alfarera. Un pasito atrás dio el Alcorcón. El Espanyol se quería aferrar a la Copa y todo minuto que pasaba iba en su contra. La desesperación llegó a la grada periquita hasta que en el minuto ochenta y tres, Hernán Pérez hizo las tablas en el marcador.
Todo pareció torcerse, el resultado abocaba a una prórroga donde todo parecía beneficiar al Espanyol. Treinta minutos más para romper las tablas y que uno de los dos pasase a Octavos. Treinta minutos de trámite para llegar a los lanzamientos de penaltis. Con el corazón en la boca, un nuevo alcorconazo sobrevolaba el estadio de Cornellà. Los alfareros fueron los primeros y los últimos en marcar. David Rodríguez , Víctor Pérez, Samu y Álvaro Giménez anotaron para los alfareros. El fallo de Óscar Plano no pasó factura tras el error también de Gerard Moreno. Faltaba la sentencia, si Jurado fallaba el Alcorcón pasaba a Octavos...las pulsaciones subían, todo pasaba por un error del jugador periquito. Sonó el silbato del colegiado, Jurado tomó carrera, falló y....el Alcorcón consiguió su pase.
Tremendo final donde no solo se obtuvo el pase desde los once metros, sino desde el empuje y la ilusión de toda una Agrupación.
Texto Miguel Sánchez Lorenzo
Imagen LFP