Lección de vida, lección de fútbol
El pasado fin de semana arrancaron en el Paseo de la Habana de Madrid las ligas de fútbol 5 para ciegos y la liga de fútbol sala para personas con discapacidad visual grave. El Torneo es organizado por la Federación Española de Deportes para Ciegos y durará hasta el próximo 30 de diciembre.
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Para empezar este artículo voy a utilizar una frase que dijo en su día el 'Cholo' Simeone en la celebración de la última Liga conquistada por el Atlético de Madrid; "Solo les voy a decir una cosa. No es solamente una Liga muchachos, no es solamente una Liga mujeres. Es algo mucho más importante lo que estos chicos les transmiten a todos ustedes. Si se cree y se trabaja, se puede". Es el mejor ejemplo que podía encontrar para iniciar unas líneas sobre el comienzo de la liga para ciegos. Quedó demostrado el sábado que en la vida no hay limitaciones que sean capaces de impedir un sueño, una meta, un objetivo...ellos también quieren ser futbolistas.
El grito que más se repitió en el encuentró que dio el pistoletazo de salida a la Liga entre el Fisioterapia y el Sevilla fue el ¡VOY! Cada jugador debe gritarlo cada vez que se acerquen al balón o vayan a realizar un disparo para que el resto sepa lo que va a ocurrir. El segundo sonido que más se repitió en la mañana del sábado fue el cascabel que está dentro del balón. Este sonido permite a los jugadores reconocer la localización del esférico en cada momento. Angel Luis es el entrenador del Fisioterapia y Daniel el del Sevilla, ambos en el arranque liguero tuvieron que elegir a los cinco jugadores iniciales. El portero es el único que no sufre ceguera, los cuatro futbolistas restantes además de sufrir ceguera estaban obligados a llevar un antifaz durante todo el partido, y unos parches sobre los ojos para evitar cualquier posibilidad de visión.
Los entrenadores desde la banda y de pie, daban continuas instrucciones a sus jugadores, además de guiarles sobre la posición del esférico. Por si fuera poco, cada equipo contaba con un guía que estaba situado detrás de la portería donde atacaban para dar las últimas instrucciones de cara a hacer gol. El Sevilla comezó muy metido en el partido, por medio de un Julio que realizó unas acciones espectaculares durante los 40 minutos que duró el encuentro, sin contar los tiempos muertos que pedían los entrenadores. Además en jugadas donde se detenía el juego, el árbitro también detenía el reloj.
Un sonido exterior puede despistar a los verdaderos protagonistas. Cuando dio la una de la tarde una campana empezó a repicar, y el árbitro decidió parar el partido hasta que el sonido cesase, para evitar cualquier distracción de los futbolistas. Finalmente el encuentro terminó 0-3 a favor del Sevilla gracias al hat-trick de Julio. Una mañana donde todos fueron campeones, y dieron una lección a la vida, al deporte y al fútbol.