El Boadilla se lleva el gato al agua
El EFMO Boadilla consiguió vencer por 1-2 al Trival Valderas en su visita al Alfredo Cenarriaga. El partido, que estuvo marcado por la incesante lluvia, se le puso de cara a los visitantes en la primera mitad, cuando hicieron sus dos tantos. En la segunda parte, parecía que el Trival había renunciado al partido, pero sus jugadores se crecieron con el paso de los minutos y el Boadilla tuvo que terminar pidiendo la hora.
Este encuentro era un duelo entre rivales que están llamados a pelear por la posibilidad de ascender a División de Honor Juvenil. Tras los equipos "B", que no pueden subir de categoría, Trival Valderas y EFMO Boadilla son dos equipos siempre candidatos a dejar atrás la Liga Nacional. Además, llevan dinámicas bastante similares esta temporada: son dos de los peores equipos como locales y dos de los mejores como visitantes.
A pesar de este dato, el Trival quería despedirse del Alfredo Cenarriaga con buenas sensaciones. A partir de la próxima semana regresarán a La Canaleja, que ya ha terminado sus obras de mejora. Sin embargo, la situación del equipo de Alcorcón no era la ideal: las lesiones habían obligado a su entrenador a realizar experimentos en la medular, reubicando a varios jugadores. El Boadilla, por su parte, se aprovechaba del descontrol en el centro del campo rival para plantarse ante la defensa local con mucha facilidad.
Los delanteros del Boadilla, Domenechi, Pichi y Ortega, estaban causando estragos cerca de la portería de Raúl. Dos de ellos iban a intervenir en el primer gol visitante. Pichi conectó un disparo de semivolea después de un centro lateral que obligó a Raúl a hacer una parada de mucho mérito. Sin embargo, el rechace lo aprovechó Domenechi para hacer el 0-1 de cabeza prácticamente a puerta vacía. El Trival Valderas todavía no se había ni asomado al área rival y ya iba perdiendo.
El gol sentó de la peor manera posible a los de Alcorcón. Los jugadores locales estaban desconcertados sobre el césped, sin saber cómo reaccionar. El centro del campo del Trival se partía con demasiada facilidad, impidiendo la conexión con los jugadores de arriba. En este contexto, lo más probable era que llegara el segundo tanto para el Boadilla. Una falta en la frontal se convirtió en un golazo de Pichi, que en este caso sí engañó a Raúl. Con 0-2 llegamos al descanso.
No obstante, el Trival Valderas había empezado después del segundo tanto en contra a mostrar ciertos signos de mejoría e incluso había tenido alguna ocasión real de peligro. Después del descanso, quedaba por ver si los de Alcorcón podrían seguir con la buena dinámica. El entrenador del Trival Valderas realizó algunos cambios posicionales, tratando de situar mejor a sus pupilos y de abrir el juego a las bandas.
Parecía que el Trival conservaba la intensidad del final de la primera parte, pero las ocasiones claras seguían siendo para el Boadilla. A los hoy visitantes les bastaba con esperar las carreras de Pichi y Domenechi para provocar verdaderos quebraderos de cabeza en la defensa del Trival, que cometía frecuentes errores en la salida del balón. Aun así, pasamos muchos minutos de la segunda parte sin ver aparecer a ninguno de los dos porteros. Las opciones claras de hacer gol brillaban por su ausencia, pues las imprecisiones ofensivas y los aciertos defensivos desbarataban todas las ocasiones.
Sin embargo, cuando parecía que el ritmo del partido se enfriaba tanto como el clima exterior, resurgió la chispa en el Trival Valderas. Poco a poco, los locales fueron acercándose a la portería defendida por Viana, que tuvo que intervenir en varias ocasiones cerca del final. El guardameta del Boadilla, en cambio, no pudo hacer nada para evitar el gol de Marcos, una volea medida que cogió un efecto impredecible para el cancerbero. Después del 1-2, el Trival se dedicó a colgar balones en largo y esperar que sus delanteros tuvieran un momento de inspiración, pero la remontada no llegó a completarse. El resultado final se quedó en 1-2.
