MATAGIGANTES 48: EN LA PEÑA 2004

Antonio Amaya bendijo la idea de la Peña Rayista 2004 de realizar el programa número cuarenta y nueve de Matagigantes en su nueva sede, el Bar Zahara. Su presencia avaló el sentido que tuvo nuestra reunión con muchos amigos de nuestra peña patrocinadora y de otras de aficionados del Rayo Vallecano. Se trataba de estar todos muy juntos, de hablar de rayismo, del partido ante el Getafe y de lo mucho que significaba el encuentro para el presente y futuro de la temporada del club de la franja. Aprovechamos para llenar de ánimo también a los chavales del B que están pasando una situación parecida a la del primer equipo pero en Tercera División, Nicolás Cañizares e Iván Bueno no dudaron tampoco ante la llamada de Matagigantes. Dos generaciones de canteranos y futbolistas sentadas frente a los peñistas, los más importantes de toda esta historia. A los tres, en nombre de nuestros oyentes y público, agradezco su infinita cercanía hacia nosotros y por extensión hacia ellos. A los grandes el partido les salió inmaculado firmando un 2-0 ante el Getafe que les eleva tres puntos más el gol average por encima de los “azules”, los filiales cosecharon el enésimo empate ante un histórico como el Mosca en el Román Valero de Usera.

[caption id="attachment_7064" align="alignnone" width="1024"] Nico Cañizares e Iván Bueno protagonistas junto con Antonio Amaya de Matagigantes en la haima del Bar Zahara[/caption]

Antonio Amaya, “Toto”, o “el Antonio”, como a mí me gusta llamarle, estuvo comunicativo, gracioso, cercano, veterano, reivindicativo con su ya muy lejana llegada a la cantera del Rayo de la mano de su padre, su hermano Iván y su primo “Yuma”. Ofreciéndonos todo el positivismo y la energía que demostró el Rayo ante el Getafe y que tendrá que seguir demostrando hasta que la salvación sea un hecho.

Los ciento veinte minutos se pasaron como si lleváramos el marcador en contra. Pocas veces he hecho un programa tan cómodo, no solo por lo que veréis en la galería de fotos, sino por como trabajaron mis compañeros, especialmente Pablo Frías, Irene Yustres y Javier Sanmartín que fueron los que se comieron todas las dificultades que conlleva hacer un directo fuera de los estudios de Radio Vallekas.

A Dámaso Barroso, gracias una vez más por hacernos sentir tan importantes y tan queridos. Efectivamente Dámaso era el partido. Gracias a Ramán por abrirnos su casa, el Bar Zahara, por tratarnos de forma tan hospitalaria, su país natal Marruecos es una gran escuela. Y especialmente, por enseñarnos el secreto de los mejores pinchos morunos del mundo.