Leyendas del basket madrileño a las que no he visto jugar. Capítulo 3. La vida antes del entrenador.
A Aíto, Lolo y Luyk les he visto en una cancha, claro. Pero de traje, no de pantalón corto. ¿Cómo fueron de jugadores?
AITO GARCÍA RENESES
Para haber visto jugar a Don Alejandro hay que ser un auténtico old school… y es que su etapa de jugador se acabó en 1973. Su leyenda se fraguó en los banquillos, sobre todo en Cataluña: Cotonificio, Joventut y Barça: además de etapas más recientes y breves en Unicaja, Sevilla y Gran Canaria.
Dicen que los bases son la extensión del entrenador en la cancha. Y de base jugaba Aíto
Dicen que los bases son la extensión del entrenador en la cancha, por lo que no nos extraña que Aíto jugara de eso, de “uno”. Lo hizo en Estudiantes –tanto en su cantera como en cinco temporadas en el primer equipo- , el Barça – llegó a ser capitán- y la selección española – olímpico en México 68.
El Aíto entrenador definía al Aíto jugador como “mal lanzador, lento, inteligente a la hora de escoger las opciones de juego, fuerte en las penetraciones, bueno en las asistencias…una mezcla de todo eso”.
Lo mejor es que, pese a todo el tiempo que ha pasado, no cuesta nada distinguirle en las fotos.
CLIFFORD LUYK
Madrileño de Nueva York, fichó por el Real Madrid en 1962… y se nacionalizó español tres años después cuando se prohibieron los extranjeros en la liga.
Pero a diferencia de las nacionalizaciones actuales… Luyk se quedó. 16 temporadas en los merengues, 150 veces internacional con España, y aquí sigue. Incluso se casó con una “celebrity”madrileña, Miss España 1966 Paquita Torres.
A diferencia de las nacionalizaciones actuales, la de Luyk fue para quedarse.
Era un pívot pívot. Inmenso para la época con sus 2.03 metros, con sus ganchos marcaba diferencias en aquel baloncesto donde casi todos los rivales merengues eran amateurs. Vestido de corto logró 14 ligas, 6 copas de Europa y 10 copas del generalísimo.
Como entrenador, su trayectoria fue más errática: 2 ACB, una Saporta y una Copa.
No sólo fue técnico madridista - donde le llegaron los títulos- sino también de Murcia y curiosamente trabajó para Jesús Gil para el surrealista experimento del Atlético de Madrid Villalba. Sigue vinculado a la sección de baloncesto del Real Madrid como asesor.
Su hijo Sergio, QEPD, también fue jugador ACB (Forum, Breogán...) ; y su hija Estafanía, modelo.
LOLO SAINZ
Leyenda madridista como jugador y como entrenador, nacido en Tetuán cuando era protectorado español, y criado en la Prospe; en cuyo Ateneo empezó a jugar.
Como curiosidad, tal y como cuenta Guille Ortiz en el imprescindible libro “Historia de una rivalidad”, y como buen vecino prosperitano, fue uno de los primeros socios de Estudiantes. Las campañas de abonados estudiantiles de entonces sí que eran agresivas.
Ni el propio Lolo se acuerda de su etapa de jugador.
Como jugador, empezó en el Hesperia, entonces equipo filial del Real Madrid, jugando de alero. Pero cuando subió al primer equipo en 1959, lo hizo como base. Nueve temporadas a las órdenes de Pedro Ferrándiz en las que sumó siete Ligas, cinco Copas del Generalísimo y cuatro Copas de Europa.
Pero como luego ganó tantísimas cosas como entrenador – es el español con mejor palmarés en los banquillos, superando incluso al que fue su coach Ferrándiz- es difícil recordar su etapa de jugador. Y reconocerle sin el pelo blanco.
Pero es que ni él se acuerda, como reconocía en ACB.com a Paco Torres: “así como me acuerdo de todo de mi época como entrenador, la de jugador la tengo prácticamente olvidada”.