Con sangre fría

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El Real Madrid resolvió en el último cuarto un duro partido contra Maccabi, donde Luka Doncic rozó el triple doble 10 ptos 11 rebotes y 8 asistencias,

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El Real Madrid venció 80-75 al Maccabi Fox Tel Aviv en la 17ª jornada de la Euroliga, en partido disputado ayer viernes en el WiZink Center de Madrid. Partido muy importante para los jugadores de Pablo Laso que dobló su importancia tras conocerse las derrotas de Baskonia y Fenerbahce. Una victoria madridista dejaría una ventaja de 4 partidos con el noveno puesto y ya de 2 partidos con el fatídico quinto puesto que no daría derecho a ventaja de campo en los hipotéticos cruces de cuartos de final. Visitaba el WiZink Center, un Maccabi de Tel Aviv muy remodelado, no solo por su historia sino también por el equipo que se enfrentó a los blancos en la mano de Elías la primera vuelta. Solo 6 victorias en 16 partidos no hacía justicia al talento equipo macabeo. Si, es verdad. Quizás no forman un equipo muy comprometido pero tiene nombres muy importantes que seguramente serian franquicias en cualquier equipo de la Liga Endesa. Un equipo con All Stars que personalmente – y apúntenme el error – creí que iba a ser un fijo en mi imaginaria final four de comienzo de Octubre. Ante semejante equipo físico compuesto por tanto jugador atlético, Pablo Laso modificó su estilo de juego inicial, apostando por una intensísima defensa sobre los jugadores de Maccabi consiguiendo un parcial de 5-0 en dos minutos forzando hasta tres pérdidas de balón del equipo israelí. No serian las únicas pérdidas de balón de Maccabi en el primer cuarto. Hasta 8 pérdidas de balón – con 4 robos de balón madridistas – tuvieron los macabeos en el primer cuarto. Pero el Real Madrid no aprovechó en demasía dichas pérdidas. Solo un 6/19 – un  31% – en el tiro durante el primer cuarto fue el detonante para que el resultado siguiese igualado 12-9 minuto 7. Tampoco aprovecharía ese porcentaje el Maccabi Tel Aviv que únicamente con Andrew Goudelock – 10 puntos 4/4 en tiros – fue capaz de ponerse por delante en el marcador con un parcial de 4-12 en 3 minutos para cerrar el primer cuarto en un evidente 16-21 para el Maccabi Tel Aviv. Lógicamente no fue el cuarto perfecto que todo el madridismo hubiese deseado, pero la buena defensa madridista y la mas que esperada mejora en el porcentaje de tiro del Real Madrid, nos hacía prever una reacción del juego madridista. Como decíamos, el porcentaje madridista iba mejorando con el paso de los minutos en el segundo cuarto – 39% en tiros – aunque nuevamente la obsesión con el triple  -1/6 en el segundo cuarto – hizo que el porcentaje no mejorase lo necesario. Los blancos habían solucionado su problema en ataque sobre todo con los 10 puntos – 4/7 en tiros – anotados en el segundo cuarto y la aportación que piedra a piedra iba colocando Luka Doncic que se iba al descanso con 9 puntos 6 rebotes y 3 asistencias, estadística muy difícil de ver en Europa en 14 minutos de juego. No se daría por vencido el Maccabi Tel Aviv que frenó su lógica sangría de pérdidas de balón del primer cuarto 30-29 minuto 16. Entre Rudy y Doncic, anotaban 16 puntos de los 21 del Real Madrid del segundo cuarto que no servían para alejarse en el marcador al descanso, ya que la buena defensa madridista del primer cuarto, quedó rota por los 6 rebotes ofensivos de Maccabi Tel Aviv. Los errores ofensivos de ambos equipos dejaban el marcador al descanso en un pobre 37-36 para el Real Madrid.

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Llamaba la atención los escasos 2 puntos 2 rebotes y 2 asistencias que sumaban tanto Gustavo Ayón y Sergio Llull en la primera mitad del partido. Quizás ese era el dato que provocaba el temor entre los 11000 asistentes en la noche de ayer al WiZink Center de la capital de España. La entrada de Dontaye Draper en el tercer cuarto no ayudaría al Real Madrid para tener más intensidad en su juego ofensivo. Dato que aprovecharía un enchufado Maccabi Tel Aviv que conseguiría un parcial de 2-10 en 4 minutos. Tuvo que ser, nuevamente el capitán Felipe Reyes, quien intentase despertar a los suyos con 4 puntos consecutivos, pero el juego físico de Maccabi Tel Aviv les daba una ventaja de 7 puntos – 41-48 – en el minuto 25. Fue en ese minuto cuando Sergio Llull anotase su primera canasta del partido. Se nota que cuando el segundo capitán blanco no tiene acierto, le cuesta mucho más a su equipo no solo anotar, sino jugar con fluidez. Le costaba un mundo al Real Madrid conseguir anotar y en un abrir y cerrar de ojos, el Maccabi de Tel Aviv se puso con su máxima diferencia en el marcador – 43-53 – en el minuto 27 gracias a los 8 puntos de Víctor Ruud en el tercer cuarto. El “run run” en la grada no se hizo esperar. A la memoria de los aficionados madridistas llegó el recuerdo del partido del pasado domingo contra Morabanc Andorra. Hay que decir, que en la Euroliga no hay partidos fáciles. Todos los rivales tienen como objetivo lograr una de las ocho primeras posiciones y a pesar de cualquier balance negativo, lucharán por ese objetivo – ejemplo el FC Barcelona, 12º con 7-10 de balance pero que todos damos como favorito para estar entre los ocho mejores de Europa – y pondrán contra las cuerdas a cualquier rival. Poniendo un símil futbolero, si Cristiano Ronaldo, Karim Benzema o Gareth Bale no marcan, el Real Madrid sufre para conseguir llevarse el partido. Algo parecido le ocurría a la sección de baloncesto donde Llull y Ayón solo habían hecho 5 puntos en 26 minutos. Fue en ese momento cuando el Real Madrid se enchufó al partido. No tenía nada que ver los parciales conseguidos, sino la fortaleza mental – el lasismo – que los jugadores madridistas llevan en su interior. Fuerza, garra e intensidad defensiva para conseguir un parcial de 10-3 en dos minutos para dejar al Real Madrid con opciones al final del tercer cuarto 53-56 para Maccabi Tel Aviv. Pero como de un titán se tratase, el Real Madrid se enchufó al partido con 6 puntos consecutivos de Gustavo Ayón en menos de un minuto. La motivación y la intensidad del mejicano animaron al público del WiZink Center que vio como Sergio Llull anotaba su primer triple en el minuto 33 para poner el 64-66. Mientras tanto, el chaval de 17 años – Luka Doncic – confirmaba un partidazo más con 10 puntos 11 rebotes y 8 asistencias en 26 minutos. No recuerdo a nadie en Europa haber estado tan cerca de conseguir un triple doble y menos con 17 años.

El estilo de juego blanco había cambiado por completo con 11/16 en tiros de campo, divirtiendo a su afición y a ellos mismos. Un parcial de 12-7 en cuatro minutos metía el miedo en el cuerpo de Maccabi de Tel Aviv. Tanto miedo que solo conseguirían 4 puntos en esos últimos 3 minutos de partido. De los 5 escasos puntos que decíamos que tenían los dos estiletes – Ayón y Llull – anotadores del Real Madrid, pasaron a sumar 27 puntos entre los dos, 22 en 11 minutos, que enchufaron definitivamente al Real Madrid para llevarse este complicado partido por 80-75. La mejora ofensiva del Real Madrid en el último cuarto fue determinante para que los blancos alcanzasen la 12ª victoria y le mantengan en franquicia para conseguir su objetivo final. El próximo reto de los blancos, será viajar a Kaunas el viernes para enfrentarse al Zalgiris Kaunas que ocupa la 13ª posición con 6-11 de balance. Otro partido importante para que el Real Madrid siga manteniéndose entre los mejores colocados de esta increíble Euroliga.