La mano de Ayón
Un enorme Ayón con 17 rebotes, consigue destacar en la primera victoria liguera del Real Madrid. Partido con altibajos, que desniveló Sergio Llull al final del tercer cuarto. Grandes detalles dejó tambien Gabriel Deck en su estreno en el WiZink Center. Grave lesión de Tomasz Gielo, a quien deseamos una prontísima recuperación.
Comenzaba la Liga Endesa para el Real Madrid. Aquella que empieza la primera en septiembre y que acaba, ojalá este año también, la última el próximo mes de junio. También era la primera vez que el equipo de Pablo Laso, jugaba para su gente, no solo ansiosos de ver la última liga y supercopa cosechadas, tampoco de ver en acción tanto a Klemen Prepelic y Gabriel Deck, sino de comprobar que la tremenda armonía que Pablo Laso ha creado en este equipo desde que empezó la pretemporada. Un equipo ya no tan acostumbrado a correr, sino a empezar a ser un “pesao” en defensa con jugadores muy pendientes en cada momento de su defensor. Y eso es lo que pude contemplar ayer en el WiZink Center. A pesar de datos negativos a mejorar y de datos positivos a disfrutar, comprobamos a un Real Madrid hecho en defensa y muy difícil de batir en situaciones cercanas al aro. En la tarde de ayer, el antiguo campeón de la Champions League e intercontinental, amenazaba la inauguración del campeón en el WiZink Center. Y pese al resultado final, demostró que es serio candidato a volver a estar en playoffs y en la Copa del Rey.
Un Iberostar Tenerife con pocas novedades respecto al año anterior, pero que contaba con el cedido por parte del Real Madrid, Sebas Saiz. El internacional español, demostró ser una de las grandes promesas del baloncesto ACB y ayer lo demostró compartiendo quinteto con San Miguel, Beirán, Abromaitis y el americano Thaddus McFadden, quien viene para aportar desde la línea exterior. Por el Real Madrid, ya empezamos a conocernos de memoria el quinteto con Llull de base, Causeur y Taylor en las alas, con Randolph y Tavares intimidando en la zona. A diferencia de la temporada pasada, este año parece que Pablo Laso quiere comenzar con los mismos cinco jugadores de inicio. Nuevamente de inicio, pudimos comprobar lo bien trabajado que tiene el Real Madrid su defensa. En apenas 5 minutos, recibió solo 6 puntos, cuatro de ellos de un enorme Sebas Saiz quien demuestra cada partido que es un digno heredero de Felipe Reyes. El madrileño conseguía en esos 5 minutos, 4 puntos y 2 rebotes ante la defensa del gigantón Edy Tavares, muy gris en la tarde de ayer, por culpa de las faltas personales. Ante todo esto, el Real Madrid empezaba a tomar serias ventajas en el marcador 16-6 en el minuto 6, con un enorme Anthony Randolph, que empezaba a callar alguna voz disconforme con su continuidad esta temporada. Hasta 11 puntos conseguiría el de la universidad de Carolina del Norte, solo en el primer cuarto. El Iberostar Tenerife, no podía dejar escapar al Real Madrid de forma tan clara y evidente en el marcador y de la mano de Nico Brussino, consiguió encabezar un parcial de 0-8 para poner de nuevo el partido igualado. Al Real Madrid le costaba anotar al final del primer cuarto, a pesar de que su % se mantenía por encima del 50% en los tiros de campo. Solo a base de tiros libres, los blancos consiguieron dar un nuevo estirón, hasta el 23-14 del final del primer cuarto. A pesar de haber empezado muy bien el cuarto, los blancos, sufrieron al final del mismo, con pérdidas de balón, apatía en ataque y fallos claros sobre canasta. A pesar del +9, el partido no iba a ser sencillo.
El segundo cuarto nos regalaba a un genial Gustavo Ayón. Ya sabéis que no soy un enamorado de la anotación, y precisamente fue eso lo que le faltó al mexicano en el comienzo del segundo cuarto del partido. Hasta 7 rebotes en apenas 5 minutos, llevaban su firma. 7 de los 12 que llevaban los blancos en esos momentos, intentando dar nuevas oportunidades de lanzamiento a sus compañeros, que seguían buscando hacer diana con mayor asiduidad. El mexicano era el único que parecía metido en el encuentro, asistiendo a compañeros y manteniendo las diferencias contra un Iberostar Tenerife que intentaba subirse a las barbas del campeón en manos de su estrella McFadden quien intentaba sobrepasar la férrea defensa de Facundo Campazzo que tuvo que olvidar su trabajo de asistente, para volver a ponerse el traje de anotador. Hasta 6 puntos conseguiría el argentino, para seguir manteniendo a los blancos por delante, 31-25 minuto 15. Pero la segunda unidad madridista, ayer estuvo desaparecida. Felipe Reyes no encontraba balones bajo el aro, Carroll y Rudy apenas podían tirar a canasta y como advertimos anteriormente, Ayón reboteaba mucho pero apenas creaba acierto bajo el aro canario. La defensa blanca provocaba que Iberostar Tenerife tuviese muchos problemas para anotar, pero el 36-25 del minuto 17, era totalmente engañoso. Con un Real Madrid que terminaría el segundo cuarto rozando apenas el 40% de acierto. Pero un parcial de 4-10 en dos minutos, dejó el resultado en un ajustado 40-35 al descanso, más realista que las amplias diferencias cosechadas por los blancos en la primera parte. El Real Madrid, que continuaba en buena forma en defensa, se encontraba romo en ataque, sin una fluidez clara, donde los tiradores no aparecían y los pívots – salvo los 11 puntos de Randolph – tampoco dominaban dentro de la zona.
Esta misma observación debió verla Pablo Laso, puesto que sus jugadores apenas salieron de los vestuarios, dos minutos antes del inicio del tercer cuarto. Como si de partido nuevo se tratase, el Real Madrid volvió a salir con otra actitud. Con intención de meterle una marcha más al encuentro e intentar asfixiar al Iberostar Tenerife. Y lo consiguió, no sin esfuerzo, ya que Walter Tavares no tuvo su tarde con 4 puntos y 4 rebotes en apenas 11 minutos en cancha por culpa de sus 5 personales cometidas. Pero con la primera unidad y la entrada de Ayón por Tavares, el Real Madrid era otro. Sus 11 rebotes en este tercer cuarto, con 5 de ellos ofensivos, que esta vez sí eran aprovechados por los jugadores blancos para conseguir un 12-5 de parcial en apenas 4 minutos, con Fabien Causuer aprovechando su momento con 9 puntos anotados. Pero Iberostar Tenerife se mantenía en partido gracias a los puntos de Javi Beirán y Lucas Staiger que mantenía cerca a los canarios 54-49 minuto 26. Otro momento de apagón madridista, preocupante para aquellos aficionados que hemos visto en los cinco primeros partidos del equipo esta temporada, a un equipo sin fisuras, bien trabajado adelante y detrás, pero que ahora parecía incapaz de superar a un Iberostar Tenerife, que no cesaba en aprovechar su oportunidad de asaltar el palacio. Dos mates de Iverson, colocaban el 58-55 a dos minutos de acabar el tercer cuarto. Los blancos debían reaccionar, pero no encontraban el modo, ya que ningún jugador salvo Randolph, superaba las dobles figuras en anotación. Tavares estaba fuera de partido y Sergio Llull apenas contaba con 5 puntos. Hasta ese momento. Porque Sergio Llull es el mejor jugador de la Liga Endesa y lo volvió a demostrar. Dos triples consecutivos, a cual mandarina “Made in Llull” junto a un tiro libre por técnica a Vidorreta, salvaron el cuarto con un parcial de 7-0 dejando un cómodo 65-55 en el marcador al final del tercer cuarto. El increíble Llull volvió, creo que nunca se fue, pero apareció en el momento exacto para darle un respiro al Real Madrid, con 7 puntos seguidos, porque Randolph solo aportaba dos puntos más a los 11 del primer cuarto. Mientras, entre Felipe, Rudy, Carroll y Tavares, solo habían anotado 11 puntos de los 65 del equipo madridista. El 42% de acierto en el tiro, seguía estando muy lejos de la media habitual del Real Madrid, que quería cerrar el partido en los últimos 10 minutos.
Pensando que el descanso entre cuartos vendría bien a Iberostar Tenerife, la salida fugaz del Real Madrid, incrementaba la diferencia con Felipe Reyes como punta de lanza con cuatro puntos consecutivos, que vino acompañada de la primera canasta de Gabriel Deck, quien debutó en la segunda parte dejando cosas del gran jugador que es. Tiempo muerto de Vidorreta con el 71-55 en el minuto 33, con un Real Madrid que conseguía encontrar el camino al aro y volver a correr, algo que no había intentado con asiduidad en el partido. Poco más pudo hacer Iberostar Tenerife que no encontraba acierto desde el exterior, mientras que al Real Madrid le valió su fondo de armario para amarrar la primera victoria en casa. Los 88 puntos y los 41 rebotes, fueron la mejor noticia para los blancos, donde indivisamente, ninguno estuvo en un momento súper. Solo Ayón con sus 8 puntos 17 rebotes y 4 asistencias, pareció encontrarse durante los 40 minutos. Randolph y Llull fueron los máximos anotadores de un partido, donde los madridistas superaron algunas sombras que dejaron el partido.
La temporada será larga y habrá muchos partidos como estos, pero habrá que saber superarlos para repetir y mejorar la temporada pasada