El Atleti doblega a un inocente Pucela
Dos zarpazos colchoneros, uno en cada parte, dieron cuenta del Real Valladolid
Los pupilos de Ricardo Ortega no precisaron demasiado ante los de Borja Fernández, a los que se impusieron con solvencia defensiva y acierto de cara al gol
El Atlético de Madrid continúa a la estela del Real Madrid después de dar cuenta de un inocente Real Valladolid, al que de nuevo le acompañó el fútbol, pero no el gol. Los madrileños dieron dos golpetazos sobre la mesa para llevarse los tres puntos, uno en cada mitad, y tiraron de buena organización y solvencia para no sufrir en exceso, pues, aun estando el marcador apretado en muchos minutos, lo cierto es que Iturbe apenas tuvo que emplearse a fondo.
El conjunto colchonero generó dos situaciones tempraneras profundizando por el costado izquierdo, sin llegar a generar remates demasiado claros. Fueron en un primer arreón contenido por los blanquivioletas, que no rehusaron buscar salir jugando, de la manera academicista que acostumbran las canteras. De hecho, los locales salieron respondones, y llegaron al área un par de veces, aunque con pocos efectivos, como en la tímida acción de Álvaro Vázquez.
Pese a esta, Salim fue el jugador más peligroso de la primera media hora, al ganarle en un par de ocasiones la espalda a Fresneda. Sin embargo, el tanto que inauguró el marcador provino de una acción por el lado contrario, en la que Óscar cayó trabado por Isma y en la que, en medio de las protestas del respetable y del equipo local, que entendía que el atacante se había dejado caer, el colegiado pitó un penalti que materializaría Currás.
Encajar zarandeó al Pucela, no porque pasara a verse dominado, ni mucho menos agobiado por el Atleti, aunque perdió claridad con balón. De hecho, acrecentó la sensación de que, dentro de una igualdad latente, la superioridad rojiblanca era patente. Esta se mostró en el arranque de la segunda mitad, en la que el cuadro de Ricardo Ortega dio un paso adelante y, de nuevo, llegó antes al área rival en franquía, aunque sin poder superar a Aceves.
Ese brío necesario lo buscó Borja Fernández dando entrada a Frimpong y a Sergio Esteban, buscando acercarse a través de ellos a Canario, un islote en muchos momentos. Sin embargo, las dos líneas de cuatro dibujadas por el Atleti impedían encontrar espacios o a Chuki, que salió de zona a menudo queriendo participar más de lo que las marcas se lo permitían. Con los dos refrescos se sintió mejor, aunque sin continuidad.
El Real Valladolid se vio en el tramo final en ese quiero y no puedo en el que se vio envuelto contra el Rayo Vallecano, teniendo la posesión, pero lejos de la puerta de Iturbe. Cuando lo tenía, el Atlético de Madrid mantenía el cuero con paciencia también alejado de las inmediaciones del guardameta, sabedor de que le valía con lo que venía haciendo, hasta que una pérdida en salida de balón acabó en los pies de Ginard, que sentenció en el mano a mano.
Los pucelanos pudieron maquillar el resultado en una última ocasión de Frimpong, que obligó a Iturbe a estirarse con un buen disparo de zurda, cuyo rechazo no pudo aprovechar Sergio Esteban. El saque de esquina ni se llegó a sacar: ya estaba todo resuelto en favor de un sólido Atlético de Madrid, que aprovechó dos chispazos para convertirse en el segundo equipo que gana esta temporada en Los Anexos y para seguir a la estela del Real Madrid.
* Foto: Real Valladolid.