El Real Valladolid se trabaja un respiro
El conjunto blanquivioleta rompe su racha de tres derrotas seguidas en el debut de Manu Olivas en casa
Saúl sostuvo al Diocesano muchos minutos, penalti parado incluido, y obligó a los vallisoletanos a tener que insistir para romper la igualdad
El Real Valladolid se trabajó un respiro en forma de triunfo merecido que le permitió acabar con la mala racha reciente, de tres derrotas consecutivas. El cuadro vallisoletano fue de menos a más y, tras una primera parte gris, en la que Saúl, portero del CD Diocesano, detuvo un penalti, derribó su resistencia con un 'martillazo' de Pablo Castillo. El triunfo terminó siendo algo escaso en el resultado, pero suficiente para los locales, mientras que los visitantes siguen hundidos en la tabla.
El conjunto blanquivioleta arrancó con ganas de agradar en el debut de Manu Olivas en su nuevo banquillo en Los Anexos, y pronto se hizo con la tenencia del esférico. Los nervios no le hicieron mella, no inicialmente, hasta que Arnu cayó dentro del área a los ocho minutos. El penalti que señaló el colegiado, muy discutido por los visitantes, hizo que Olivas se escondiera detrás del banquillo, como temiendo algún augurio. La realidad fue que Saúl adivinó las intenciones de Canario y realizó una buena estirada a su izquierda, evitando que los blanquivioletas se adelantasen.
El Diocesano intentó asustar elevando la presión sobre la salida de balón rival, y aunque inicialmente recibió alguna ocasión, fue capaz de acercarse a la portería defendida por Gonzalo con un remate defectuoso de Pablo que no encontró puerta. Lo mismo le pasó a Pedro en el minuto 36, en una acción a balón parado que trató de resolver de manera acrobática. Para entonces, el dominio del cuero era claro de los locales, aunque predominaba la igualdad territorialmente hablando, sin que estos encontrasen espacios para amenazar en demasía.
Un disparo de Aday repelido por Saúl se convirtió en la última intentona de la primera mitad, favorecida por un eslalon interior de Nico Hidalgo, que, a trompicones, se marchó de varios rivales. A estos les sobraba voluntad, y de ahí que consiguieran que los vallisoletanos tuvieran alguna imperfección en controles o pases aparentemente fáciles. No les bastó para llegar a poner a Gonzalo en apuros, pero sí por lo menos para mantenerse vivos durante una primera mitad de poco ritmo y quizás demasiadas inquietudes en ambos conjuntos.
El segundo tiempo comenzó con una marcha más, con intentos de llegada sobre las dos áreas, que se concretaron en una carrera peligrosa por banda de Cristian y con una combinación que finalizó Aday ligeramente desviado. El capitán fue a más conforme fue corriendo el reloj, tiró de galones y animó a Los Anexos con un eslalon que acabó en el cuerpo de Saúl y un centro que chocó en un zaguero. Merced a la confianza que él adquirió creció el equipo, que hallaba cada vez más pasillos para progresar en campo rival y cercaba cada vez más la portería del 'Dioce'.
Para entonces ya se había empezado a agrandar la figura de Saúl, que salvó un tiro debajo de Cristian Isla y, de nuevo, con un mano a mano ante Nico Hidalgo. Como sufría, y cada vez más, el Diocesano empezó a parar el juego, tratando de cortar el ritmo. De nada le sirvió, porque de nuevo Aday se estiró por banda izquierda, desde donde puso un centro medido al corazón del área, donde se levantó Pablo Castillo para, de un testarazo fuerte, alejar el cuero a donde la estirada de quien hasta entonces había sido el héroe no podía llegar.
La necesidad de los extremeños hizo subir a Saúl en un saque de esquina y en una falta en tres cuartos de campo, de nuevo, muy protestada por la afición visitante, poco conforme con el criterio arbitral, que, a decir verdad, no contentó a nadie, pues pidieron los locales que Rosa fuera expulsado por reiteración de infracciones. Terminó sobre el tapiz, lamentando una derrota que aleja más si cabe las opciones de salvación del Diocesano y da tranquilidad a un Real Valladolid que mereció ganar, cuando se sacudió los nervios, por una mayor renta.
Real Valladolid: Gonzalo; Peña (Álvaro Domínguez, min. 90), Pedro, Iago Parente, Hugo San; Nico Hidalgo (Juan Merino, min. 90), Cristian Isla, Jesús Martínez (João Azevedo, min. 67), Aday; Arnu (Pablo Castillo, min. 78) y Canario (Álex Rodríguez, min. 67).
CD Diocesano: Saúl; Cristian, Ciri (Samuel, min. 88), Ángel, Luis (Muga, min. 78); Iker, Rosa, Juan (Carlos F., min. 65), Bote; Pablo (Salva, min. 46) y Aarón (Víctor, min. 78).
Árbitro: Gaspar Merino, asistido en los costados por Sánchez Cinta y Blanco Rodríguez. Mostró la cartulina amarilla a los locales Nico Hidalgo, João Azevedo, Aday, Hugo San y a los visitantes Iker, Pablo y Rosa.
Incidencias: 23ª jornada de la División de Honor Grupo V. Partido disputado en Los Anexos ante unos 300 espectadores.