Nació en Francia, creció en Portugal y, ahora, triunfa en España

Etienne llegó a Portugal con apenas un año y medio, procedente de su Francia natal. Allí creció y comenzó a jugar al fútbol con 10 años, en un equipo del lugar donde vivía.

Con 13 años llegó a España. Estuvo en el Alcorcón y, en el primer año de juvenil, militó en el Casarrubuelos, en División de Honor. El curso pasado estuvo en la Cultural Leonesa en su segundo año como juvenil que, a su vez, suponía el primero fuera de casa, lejos de sus padres y de su familia. Lo recuerda como una experiencia inolvidable y muy bonita. Hasta que, este curso, ha llegado al juvenil A del Getafe CF.

El central azulón siempre supo, desde que era pequeño, que su actividad preferida era el fútbol, a pesar de haber practicado también natación y baloncesto.

Dentro del terreno de juego, Etienne es un central al que le gusta sacar el balón jugado, pero que también se sabe adaptar al juego más directo. Es partidario de estar muy comprometido tanto con el trabajo como con el equipo. Es un central responsable al que le gusta hacer lo que solicita el cuerpo técnico en cada situación. En cambio, fuera del campo, Etienne es una persona que, de primeras, puede parecer serio pero que, en cuanto coge confianza, se suelta y le gustan mucho las bromas y el buen humor. Además, le encanta ayudar a todo el que le rodea, y más si se trata de un amigo. 

Si termina por dedicarse profesionalmente a algo que no esté relacionado con el mundo del fútbol, Etienne tiene claro que rama escogería. El central azulón estudia Administración y Dirección de Empresas, por lo que se dedicaría a algo relacionado con la economía o, en su defecto, a algo de la rama militar, sector por el que también se siente atraído. 

Una parte del tiempo en que no está entrenando la dedica a sus estudios. Además, le gusta ir al gimnasio después de cada entrenamiento, así como quedar con sus amigos, ir al cine y jugar a la PlayStation. Como curiosidad importante, al central azulón le atrae mucho el mundo de la cocina. En su tiempo libre trata de disfrutar cada momento que puede al máximo; a Etienne le gusta mucho cuidarse comiendo bien, descansando y entrenando físicamente en el gimnasio.

Tantos años dedicándose al mundo del fútbol han serrvido a Etienne para aprender cómo es la vida, ya que el deporte rey es un fiel reflejo de ella. Siempre nos vamos a encontrar obstáculos de por medio, pero un gran porcentaje del éxito en superarlos depende de uno mismo y de no dejar que te afecten las cosas que suceden a tu alrededor. Es por todo esto que Etienne es consciente de qe todo buen futbolista debe estar caracterizado por el compromiso, el esfuerzo, la dedicación, la constancia, la humildad y la ambición.

Seguidor de Pique o Laporte, futbolistas con los que se siente identificado, sueña con jugar en el Athletic Club de Bilbao o trabajar a las órdenes de Bielsa.

Para el central azulón es un orgullo formar parte la cantera de un club cuyo primer equipo está en Primera División. Supone una responsabilidad y te hace soñar y pelear por llegar lo más alto posible en el club. Dentro del vestuario hay muy buen ambiente. No hay un solo compañero que no esté bien integrado. Tienen muy buen rollo, siempre están con bromas entre ellos y hay mucho compañerismo.

Al frente del banquillo del juvenil A está Momo, un entrenador distinto al que tenían. La base en la idea de juego es la misma, aunque existen algunas variaciones. Desde la llegada del que fuera entrenador del Trival Valderas, Etienne y sus compañeros han logrado ser más fuertes en la línea defensiva. 

El central azulón no es un jugador que tenga demasiados rituales o manías a la hora de saltar al campo, lo que sí intenta siempre es entrar al terreno de juego con el pie derecho. De cara a final de curso, Etienne espera sacar junto al equipo los máximos puntos posibles y quedar, al menos, en sexta posición. 

Son dos sus mejores recuerdos dentro del mundo del fútbol. El primero es la pretemporada que realizó con la Cultural Leonesa de 2ª División. Y el segundo el primer año de juvenil en el que lograron una permanencia y una segunda vuelta histórica con el Casarrubuelos en División de Honor. 

Pero el verdadero sueño de nuestro protagonista de hoy es llegar a jugar en Primera División y poder tener a su familia en las gradas de los grandes estadios de la máxima categoría del fútbol.