Euroliga Playoffs 3º Partido Real Madrid 81 (2) Panathinaikos 74 (1)

La sonrisa del Palacio

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En la fiesta de Sergio Llull - volvía a jugar casi 9 meses después - se pasó a una dramática batalla entre dos equipos para adelantarse en la serie. Jaycee Carroll fue el mejor del Real Madrid con 16 puntos, sin fallo, en 17 minutos, ante un Panathinaikos de un gigante Calathes. El Real Madrid se coloca 2-1 en la serie y será conjunto de Final Four si vuelve a vencer el viernes, 21 horas en el WiZink Center.

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Decíamos en la tarde del lunes, que la decisión de Pablo Laso de dar entrada a la convocatoria del Real Madrid a Sergio Llull, para su partido de anoche contra Panathinaikos, nos haría sonreír a todos los aficionados al baloncesto, especialmente a los madridistas. Pero en mi articulo interior, os deje ver el sentimiento emotivo de su regreso y hoy quiero avanzar lo que personalmente suponía su vuelta en lo deportivo. Movimiento algo arriesgado, en un partido que se presumía físico y muy igualado, lo cual no convenía darle minutos de calidad al base de Mahón. Pues me cerró la boca. Así sin más, el balear disputó 20 minutos a un ritmo endiablado y como si en vez de lesionado, hubiese estado 8 meses de vacaciones. Pero nuestra cara de ilusión por la vuelta de Sergio Llull, pronto debía cambiar a una imagen totalmente de concentración, de meterse en el partido y ser un sexto jugador para darlo todo para el favor del Real Madrid. Es digno de reseñar, que a las 18.45 h de un miércoles previo a la ida de toda una semifinal de Champions del Real Madrid en Munich, hubiese en el Palacio más de 11000 almas y animando al equipo sin cesar.

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Era el día del regreso de Sergio Llull, pero por encima de todo, era la primera oportunidad de agarrar el billete de Belgrado, al menos con una mano y la victoria ante Panathinaikos se exigía obligatoria. Y para conseguir tan ansiada victoria, Pablo Laso no tenía dudas de volver a colocar de inicio a los mismos titulares que en el segundo partido. Thompkins y Ayón volvían a tener la confianza de Laso, mientras que Sergio Llull aguardaba en el banquillo su primera oportunidad. Tras ver dos comienzos totalmente distintos en Atenas, el Real Madrid buscaba – esta vez a su favor – el inicio del primer encuentro, con un 5-0 en dos minutos con una fuerte defensa, negándole la opción de anotación de Panathinaikos dentro de la zona. Pero el equipo griego, nos hizo despertar enseguida de tan plácido sueño devolviendo el parcial en apenas un minuto. A pesar de ello, el Real Madrid no se amilanaba y con Taylor de revulsivo con 5 puntos, se mantenía por delante en el marcador 11-9 en el minuto 5. No era un comienzo feliz con el acierto, puesto que los blancos sufrían mucho desde el exterior con tan solo 1 triple de 5 intentados en el primer cuarto, dato que aprovechó Panathinaikos, para darle la vuelta al marcador. Y es que de la mano de Calathes y James, volvían a anotar 11 de los 17 puntos del equipo griego del primer cuarto. Y de nuevo la atención recayó en la entrada, casi 300 días después de Sergio Llull, allá por el minuto 7.30 del primer cuarto. Pero ese momento desconcertante para la afición madridista, la aprovechaba Panathinaikos para lograr un 2-6 de parcial en 3 minutos y lograr su máxima diferencia 13-17 en el minuto 8. No era mucha la diferencia, pero en un partido tan importante, dentro de una eliminatoria tan igualada, tener más de una canasta de diferencia, ya parecía un largo respiro. Pero un triple sobre la bocina de Rudy Fernández, devolvía la igualada 17-17 al final del primer cuarto, demostrando la intensidad e igualdad de ambos equipos en la cancha. Y así podemos destacar que ningún equipo alcanzase el 44% en el tiro, con un Real Madrid, sin jugadores destacados, con Doncic y Ayón teniendo buenos números en rebotes y asistencias.

El comienzo del segundo cuarto, nos demostró que Jaycee Carroll sigue estando en racha, consiguiendo 5 de los primeros 7 puntos anotados por el Real Madrid en la reanudación. Un parcial de 9-3 en 4 minutos, daba una confianza tremenda al equipo de Laso, volviendo a correr con Luka Doncic como punta de lanza. Pero la intensa defensa de Panathinaikos y los errores en el pase y recepción del Real Madrid, provocaban dos contrataques seguidos, sin defensa, de Panathinaikos, que empataba nuevamente el encuentro 26-26 minuto 15. Y es que solo Jaycee Carroll parecía ver el aro con garantías mientras sus compañeros no acertaban en las jugadas en transición. Quizás por ello, Sergio Llull volvía a cancha para intentar sacar algo de magia, una nueva pócima que cambiase el devenir del partido, enfrascado en territorio verde y con hasta 3 pérdidas más del Real Madrid para ahondar en el mal momento del partido. Y sorprendentemente, fue Anthony Randolph quien anotaba 8 puntos en el segundo cuarto, que junto a los 7 de Rudy Fernández, se erigía en el máximo anotador del conjunto blanco. Lejos en anotación estaba Luka Doncic, que nos dejaba para la historia de este partido, un mate descomunal para acabar el segundo cuarto 40-34. Solo 5 puntos del jugador esloveno al descanso, pocos para la tan acostumbrada afición que espera los 20 de rigor por partido. Pero el de ayer no era su partido, pese a ser de largo el que más lanzamientos hizo. Como tampoco lo era de Nick Calathes, que con 7 puntos, no podía ayudar a su equipo a igualar el encuentro y se mantenía muy lejos de sus números del primer día. A pesar del 40-34 al descanso, la distancia en la valoración era abundante para el Real Madrid 56-22.

Tras el descanso el Real Madrid volvía a pisar el acelerador, y con un Ayón sensacional – 8 puntos 3 asistencias – le daba al Real Madrid, su máxima diferencia en el marcador 46-34 minuto 22, donde los blancos amenazaban con la fuga. Y así era, porque todo entraba dentro de un parcial de 12-0 que debía dar tranquilidad al equipo de Pablo Laso. La defensa madridista provocaba tiros precipitados en el cuadro heleno con un Calathes totalmente anulado y fuera del partido, muy nervioso, lo que le provocó una falta técnica por protestar. Era entonces el peor momento para los griegos que veían como se les iba el partido tras un 10-3 de parcial en 5 minutos que dejaba a los blancos por delante 50-37 en el minuto 25. Todo parecía ir en un mar en calma para que el Real Madrid pudiese disfrutar de una cómoda ventaja que le pudiese dar el partido. Las 15 asistencias realizadas en 30 minutos, eran un buen detalle del gran movimiento de balón que los blancos otorgaban en este tercer cuarto donde Jeff Taylor seguía sumando en ataque, mientras seguía siendo el stopper perfecto para defender a Nick Calathes. El 55-44 del minuto 28, daba relativa comodidad a los hombres de Pablo Laso. Eso es, relativa. Porque de la nada aparecía la muñeca de Nick Calathes, para callarme la boca con un 2/2 en triples y 6 puntos consecutivos para nuevamente igualar el encuentro en el peor momento posible. Y no me equivocaba, puesto que el base nacido en Estados Unidos, promediaba un escaso 29% en triples esta temporada y se encontraba con un 3/5 al finalizar el tercer cuarto, que se vio un parcial de 7-16 en solo dos minutos de juego, para volver a dejar todo en el alero 57-53 al final del tercer cuarto. Y es que Calathes, en ese espacio de tiempo, hizo suyo el partido. Era el único de Panathinaikos que superaba, y con creces, los 10 puntos. 16 puntos y 4 asistencias y la sensación de que ayer se encontraba imparable, solo en la segunda parte. Por parte del Real Madrid, ningún jugador superaba los 10 puntos, pero eran hasta 4 los que superaban dicha nota en valoración, destacando los 7 puntos 9 rebotes y 5 faltas recibidas de Luka Doncic. Buen partido del Real Madrid, que seguía sufriendo en el partido por culpa de su desacierto 25% en el tiro exterior y con un Sergio Llull que en 10 minutos aun no había anotado y quien sabe, si volvería a disfrutar de minutos en un último cuarto que se antojaba durísimo y muy físico.

Pero el primer paso para derrotar a Panathinaikos, era detener las intenciones de Calathes y por tanto Jaycee Carroll fue su primer defensor. La idea funcionó, aunque en ataque al Real Madrid le costaba Dios y ayuda anotar y tenía que ser Carroll quien con su efectividad habitual 6/6 en tiros para conquistar 17 puntos en 16 minutos. Pero su cuarta falta personal en el minuto 34, le debilitaba para seguir asumiendo riesgos, de lo que se aprovechaban Calathes y Gist para meterle el miedo al WiZink Center con el 62-61 del minuto 34. Pero ajenos a ello, la sonrisa del palacio, se volvió a convertir en inmensa satisfacción cuando Sergio Llull cogía su moto particular y conseguir su primera canasta de la temporada. Parecía ser una simple anécdota dentro de la dura batalla que se había convertido el encuentro, no solo por el resultado 64-63 minuto 35, sino por la diferencia de faltas señaladas – no creo que proteste mucho en este sector el señor Manos Papadopoulos – con 10 señaladas al Real Madrid por solo 4 de Panathinaikos, en 15 minutos de segunda parte. Nuevamente la presión ahogaba a todo aficionado madridista y temíamos que sucediese lo mismo con los jugadores en cancha. Además, con Llull en cancha, pensábamos que el menorquín sufriese físicamente en defensa y no tuviese la razonabilidad solicitada con tal marcador ajustado. Caso error, el enésimo en mi cuenta y del cual me tendré que tomar dos mandarinas, como las que se jugó y encestó el 23 blanco ante la algarabía madridista en la grada que explotó por la mecha que había incendiado Sergio Llull con dos triples en apenas segundos, para dar la diferencia final y definitiva al Real Madrid 70-63 minuto 37. Porque tras cinco fallos consecutivos desde el triple, decidió Sergio Llull cerrar el partido con 8 puntos y 4 asistencias. Pero sus 8 puntos vinieron en el último cuarto, cuando la pelota quema y solo los valientes la solicitan.

Con esta victoria, el Real Madrid está cada vez más cerca de su objetivo de llegar a la Final Four de Belgrado el mes que viene. Una victoria que permite al Real Madrid tener mañana un primer match ball para no tener que regresar a Atenas. Una victoria donde vimos un 14 de valoración de Felipe Reyes con 5 puntos y 4 rebotes en solo 9 minutos. Una victoria donde Doncic estuvo fallón con 3/12 en tiros de campo, pero 10 rebotes. Una victoria donde volvimos a sonreír, porque el Real Madrid va venciendo 2-1 en la serie y porque ha vuelto, y por sus fueros, nuestro Sergio Llull, la sonrisa del Palacio.