El Castilla sentencia al Racing Club de Ferrol

Las últimas jornadas de liga son siempre las más complicadas. Tanto para los equipos que sueñan con ascender como para los que buscan mantenerse, las piernas no responden con la misma fiabilidad que el resto de temporada. Sin embargo, para los conjuntos que no tienen ya nada en juego, la cosa es bien distinta. Es lo que le ocurrió al Castilla, que, consciente de que era su último partido en casa, salió a divertirse ante un Racing de Ferrol muy presionado por las circunstancias.

Los gallegos trataron de esperar atrás; sabían que la calidad arriba de los blancos podía hacerles muy difícil sacar algo positivo si empezaban con el marcador en contra. Las esperanzas estaban puestas en alguna jugada directa que acabara en las botas de Joselu o del capitán, Pablo Rey, dos de los hombres más peligrosos del once de Ricardo López. Apoyados por cerca de una veintena de aficionados que se desplazaron a Valdebebas para dar un aliento extra a los suyos, los visitantes cumplieron su papel a la perfección en la primera parte. Apenas sufrieron un par de ocasiones, pertrechadas por Seoane y Franchu, siempre muy activos cuando encaran con su habitual endiablada velocidad.

Óscar pone la alarma en el duelo

Los minutos pasaban con una mezcla entre quiero tensión y parsimonia. La primera, la de los chicos de negro, obligados a ganar; la segunda, la de los locales, nada interesados en darle un ritmo alocado al encuentro. La oportunidad más clara la tuvo Pablo Rey a balón parado en un chut escorado que a punto estuvo de sorprender a Luca Zidane. La respuesta llegó rápida en un chut de Quezada que repelió Mackay como pudo.

Sin embargo, la suerte sonrió al Castilla justo antes del descanso. Óscar, que no estaba protagonizando ni mucho menos su mejor partido, despertó para abrir el marcador. Un remate fácil, al segundo palo, a centro de Tejero. La jugada en banda y posterior asociación entre el lateral y Franchu favorecieron la llegada del mediapunta al segundo poste. 1-0 y el Ferrol con las cosas muy complicadas, pero con 45 minutos por delante para tratar de darle alguna solución a su situación y recuperar la sonrisa para ellos y sus aficionados.

Cristo suma y sigue

No hubo tiempo para una reacción. Menos de diez minutos y el 2-0 ya campeaba en el electrónico. Cristo González cabalgó al contragolpe y, tras asociarse con Franchu, empujó casi a puerta vacía el segundo de la noche. Solari aprovechó entonces para mover el banquillo metiendo a Gelabert y Javi Sánchez, dando minutos a los menos habituales.

La cosa se ponía prácticamente imposible para el Racing de Ferrol. Sin apenas crear peligro sobre la portería de Luca y con más intención que capacidad para lograr la victoria. Una vez más fue Pablo Rey el encargado de llevar la manija y tuvo cerca su premio en dos faltas desde la frontal muy peligrosas que detuvo el guardameta francés con mucha seguridad. La puntilla llegaría cerca del 80, con un contragolpe conducido por Cristo, asistido por César Gelabert y rematado, sorpresivamente, de cabeza por Fidalgo. Poco había ya por decidir en unos minutos finales que se vivieron con indignación por parte de los aficionados vistantes presentes en el Di Stéfano.

El resultado deja al Castilla octavo, con los deberes hechos -aunque no los del ascenso- y con el Racing de Ferrol muy tocado. Sigue sin depender de sí mismo y debe esperar que sus rivales pierdan tanto en la jornada de este fin de semana como en la siguiente. 

Ficha del partido

RM Castilla: Luca; Tejero, Reguilón, Manu H. (Javi Sánchez, 69'), León; Jaume, Seoane (Fidalgo, 76'); Franchu (Gelabert, 65'), Óscar, Quezada; Cristo.

Racing de Ferrol: Mackay; Seoane, Maceira, Víctor Vázquez, Arregui; Beitia (Jacobo Trigo, 66'), Abel; Armental, Joselu, Pablo Rey (Brais, 88'), Álvaro (Nano, 79').

Goles: 1-0, Óscar, min. 43. 2-0, Cristo, min. 68'. 3-0, Fidalgo, min. 79.