Contra viento y marea

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Todo se puso en su contra para seguir haciendo lo que más les gustaba: jugar al fútbol. Sin embargo, con tesón, fe y esfuerzo lograron sacar adelante un club que se había derrumbado de manera imprevista por causas ajenas. El fútbol (y ellos mismos) les dio una nueva oportunidad para volver a convertirse en un referente en Aranjuez y no han defraudado. Cuando parecía que su historia acabaría, todos se volcaron para remontar el vuelo cual ave Fénix.

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Y ahora nos salen con que no podemos,
que no hay sitio en el barco,
no quieren saludarnos,
no quieren jugar con nosotros.

Así reza una de los estrofas de El barco, famoso poema de Pablo Neruda. Esto es una historia de superación de un grupo de personas que solamente quería seguir haciendo lo que más le gusta hacer como llevaba haciendo más de treinta años. Se trata del A. D. Áncora Aranjuez, un club del último pueblo al sur de la Comunidad de Madrid: Aranjuez.

La pelota este fin de semana sí circula de manera asidua para el Áncora Aranjuez en el campo de Las Olivas, la cancha donde disputa sus partidos actualmente. El balón rueda por la hierba sintética de un lado a otro y las sonrisas de pequeños y mayores pueblan las gradas. Pero no siempre pudieron hacer circular ese balón, no siempre pudieron marcar ese ansiado gol. Mejor dicho, no siempre les dejaron, aunque ellos lucharon con uñas y dientes por recuperar el lugar que se merecían. A punto estuvieron de echar todo por tierra, pero resurgieron como un submarino y echaron el ancla para demostrar que ellos también tenían derecho a jugar.

La unión haría la fuerza… o no

Hay que remontarse al verano de 2015, cuando el Real Aranjuez y el A. D. Áncora Aranjuez crean un convenio de filialidad, lo que conllevaba que el equipo senior del segundo pasaba a ser el filial del primer equipo del primero. Las directivas de ambos clubes se percatan de que esta relación de filialidad funciona bien y Javier de la Hoz, presidente del Real Aranjuez, propone a Enrique Moreno Trapote, presidente del Áncora Aranjuez, que ambos clubes se fusionen. Esta fusión consistía, en términos deportivos, en unir los siete equipos de los que disponía uno y los nueve equipos de los que disponía otro, pero todos con el nombre del Real Aranjuez, pues se trataba de una absorción. En términos institucionales la entonces directiva del Real Aranjuez se haría cargo únicamente del primer equipo y de la gestión económica del club y la directiva del Áncora Aranjuez sería quien gestionaría las categorías inferiores.

El noviazgo parecía de película entre ambos clubes. Eran como Richard Gere y Julia Roberts en Pretty Woman, un amor entre dos personas de procedencias dispares y dos maneras de entender la vida. Todo parecía magnífico primero con el acuerdo de filialidad y más adelante con el convenio de fusión.

Pero al contrario de lo que decía Rocío Jurado, el amor se rompió de tan poco uso. Las desavenencias entre ambas directivas comenzaron a aparecer. La gestión de la cantera deja de ser controlada de forma directa por la directiva que procedía del Áncora Aranjuez, todo lo contrario a lo que se habían comprometido ambos clubes en el acuerdo de fusión. Además, sobre el mes de mayo, cuando la temporada 2016-17 estaba llegando a su fin, el Áncora Aranjuez se entera de que el Real Aranjuez está realizando la planificación de la siguiente campaña sin contar con nadie de su directiva.

La primera reacción en el Áncora Aranjuez ante esta noticia es sorpresa. El propio Fernando Moreno Trapote, hermano del presidente y miembro de la junta directiva, lo explica: “Yo pregunto a la directiva del Real Aranjuez si es verdad que están preparando un proyecto sin contar con nosotros y sin los entrenadores del Áncora”. En ese momento, el Áncora Aranjuez decide dar por finalizado el convenio de fusión con el Real Aranjuez por incumplimiento de contrato y denunciarlo. La directiva acude a hablar con el ayuntamiento de Aranjuez, exactamente con Óscar Blanco, concejal de deportes de la localidad. El Áncora Aranjuez exige que se le devuelvan los nueve equipos que había dado al Real Aranjuez para la fusión y así dar por finalizadas las relaciones con el equipo presidido por Javier de la Hoz. Sin embargo, según el propio Fernando Moreno, el político ribereño les dice que ese problema que han tenido con el Real Aranjuez no es problema del ayuntamiento.

Una resurrección totalmente inesperada

Por lo tanto, a principios del mes de junio de 2017 el Áncora Aranjuez se da cuenta de que se ha quedado sin los nueve equipos que le pertenecían debido al convenio de fusión en el que el club presidido por Enrique Moreno desaparecía para ser absorbido por el Real Aranjuez. La directiva del Áncora Aranjuez, muy ávida en el momento de la fusión, decidió no eliminar la asociación deportiva para mantener la actividad de la escuela de fútbol que realizan.

Fernando Moreno admite que todo lo que tuvieron que pasar, todos los problemas que sufrieron estuvieron a punto de hacerles tirar la toalla: “Pensamos en acabar e irnos porque el club había desaparecido”. Pero la fuerza de voluntad les hace seguir hacia delante. Observan que federativamente siguen existiendo, ya que lo único que les había cambiado la Real Federación de Fútbol de Madrid era el número de identificación del club. Esto les hace actuar de manera rápida e inscriben cuatro equipos (un juvenil, un cadete y dos infantiles) para la temporada 2017-18.

El Áncora Aranjuez se da cuenta de que se ha quedado sin los nueve equipos que le pertenecían debido al convenio de fusión

Y aquí entra en escena un factor determinante para que esa osadía del Áncora Aranjuez de querer seguir disfrutando del fútbol se hiciese realidad: los padres de los chicos que hasta ese año habían pertenecido al club. Todos se vuelcan y ofrecen su ayuda desinteresada para salir adelante. Pero aparece un nuevo problema: el ayuntamiento les cierra las puertas para poder usar las instalaciones deportivo del pueblo. Incluso les llaman “nuevo Áncora”, como afirma Fernando Moreno.

Imagen: A. D. Áncora Aranjuez

Finalmente consiguen salir adelante después de multitud de trabas. El club logra inscribir a esos cuatro equipos, aunque deben empezar desde la división más baja de cada categoría. Y luchan para seguir jugando. Y juegan. Y el fútbol vuelve a ponerse de su lado, porque dos de esos equipos, además, consiguen el ascenso.

Después de una situación tortuosa, el Áncora Aranjuez se resiste a echar el ancla y continúa dando guerra. Y en la temporada 2018-19 decide inscribir cuatro equipos más para tener un total de ocho. Así pues, el club aracentano dispone, esta temporada, de hasta ocho equipos (de alevín a senior) para competir de manera federada alrededor de toda la Comunidad de Madrid. Los cuatro nuevos equipos que son inscritos tienen que seguir las mismas reglas que los cuatro de la temporada pasada: comenzar desde la última división.

El hecho de que todos los equipos que son inscritos deben empezar a competir en el último nivel posible confirma la desaparición del Áncora Aranjuez como club, pese a que su actividad seguía existiendo gracias a la escuela de fútbol. Además, la web de la Real Federación de Fútbol de Madrid lo muestra sin tapujos. Si se busca al club, solamente aparece su actividad desde la temporada 2017-18. Como si antes no hubiera existido. Sin embargo, en la propia página hay pruebas de su actividad anterior a esa temporada, ya que aparece el nombre de A. D. Áncora Aranjuez categorías en las que tenía equipos inscritos. Prueba de ello son la octava posición del equipo senior en el grupo 6 de Segunda Aficionados o el decimotercer lugar del juvenil en el grupo 6 de Primera Juvenil en la temporada 2015-16, la última antes del convenio total con el Real Aranjuez.

Una nueva oportunidad

A pesar de la mala experiencia, el Áncora Aranjuez no cierra a las puertas a ningún posible convenio con cualquiera de los clubes arancetanos, incluido el Real Aranjuez. “Tenemos una capacidad tremenda de querer llegar a acuerdos, incluso propusimos que el filial del Real Aranjuez lo llevásemos nosotros porque su última temporada fue desastrosa”, comenta Fernando Moreno. Todo influido, también, por la idea que hay entre gran parte de la población ribereña de que existen demasiados clubes en una localidad de menos de 60.000 personas.

El Áncora Aranjuez se resiste a echar el ancla y continúa dando guerra

Aunque suene a tópico, el Áncora Aranjuez resurgió de sus cenizas cual ave Fénix. Literalmente. Porque el club desapareció y volvió a renacer, cuando nadie se lo esperaba. Cuando las esperanzas parecían agotadas. Primero con cuatro equipos, luego con ocho. Todos ellos comenzando su andadura desde la división más baja posible. Y ahí siguen. Luchando. Peleando. Disfrutando de lo que más les gusta hacer: jugar al fútbol. Y esa sonrisa jamás nadie se la podrá arrebatar.

En el estadio de Las Olivas la pelota lleva rodando toda esta temporada en todas las categorías posibles del Áncora Aranjuez: desde alevines a senior. El primer equipo ocupa los puestos de arriba del grupo 6 de la última división del fútbol madrileño, pero los resultados son lo de menos. Lo más importante es que el club sigue activo y que da la oportunidad a cientos de personas para disfrutar del deporte rey.