Debut, ascenso y consolidación: el espectacular recorrido del Dehesa Villalba

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El Dehesa Villalba nació en 2020, en plena pandemia, y en tres años han conseguido afianzarse en 2ªB después de ascender en su primer año de creación y mantenerse los dos siguientes.

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Quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada,
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos.

Está bien; no jugaré al desahucio,
no tatuaré el recuerdo con olvidos.
Mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca.

Este fragmento pertenece al poema Piedritas en la ventana del gran Mario Benedetti. En él podemos ver que el poeta uruguayo anima a no temer al futuro ni a lo que pueda venir. Eso mismo pensaron en un pequeño club de la ciudad madrileña de Collado Villalba. 

En junio de 2020, el CDE Dehesa Villalba comenzaba su andadura en el mundo del fútbol sala madrileño y, como se verá más adelante, nacional. El club nació de manera repentina y muy acelerada. Y, además, en plena pandemia. Así pues, la zona norte de la Comunidad de Madrid contaría con un nuevo club de fútbol sala.

Y no solo la zona norte, sino también el municipio de Collado Villalba, pues el mítico AD Collado Villalba FS existe desde 1990. De hecho, las discrepancias entre el club villablino y Adrián Loureiro y Adrián Cifuentes en cuanto a la gestión del equipo senior de Tercera División desembocaron en el nacimiento del CDE Dehesa Villalba.

El nacimiento del club

La temporada 2020-21 fue, quizás, la más rara que se vivió en el deporte en muchísimo tiempo. La pandemia era ya una realidad y todo parecía tambalearse. El fútbol sala madrileño no fue menos y tuvo que amoldarse a ello. Muchos clubes decidieron (o se vieron obligados) reducir equipos por la peligrosidad del covid. El AD Collado Villalba FS fue uno de ellos al renunciar a la plaza que tenía su equipo senior en Tercera División.

El AD Collado Villalba FS cobraba 350€ por jugar en el equipo de Tercera División”, comenta Loureiro, exintegrante del club y actual presidente del Dehesa Villalba. Así pues, dada esta situación varias personas se ponen a buscar patrocinios, pero no les permiten utilizar dicho dinero porque quieren tener el control de los fondos para el primer equipo.

El Dehesa Villalba celebrando un triunfo de su primera temporada | Imagen: Aquí en la Sierra

La opinión de Loureiro es que el AD Collado Villalba FS consideraba que tener un equipo en Tercera División era deficitario, algo que parece no coincidir con la realidad: el club villalbino ha sacado equipo en el grupo 4 de Tercera División en las temporadas 2021-22 y 2022-23, las dos últimas disputadas.

Después de todos estos problemas, Adrián Loureiro y Adrián Cifuentes fundan el CDE Dehesa Villalba. “El club se decide crear porque no se llega a ningún acuerdo con el club de toda la vida del pueblo, en el cual estábamos ya colaborando y haciéndonos cargo del primer equipo; es algo que hicimos por los chicos que el año anterior se habían quedado sin jugar en Tercera División”, explica Loureiro. 

Un comienzo lleno de trabas

Los comienzos no fueron fáciles para el Dehesa Villalba. A su polémica creación como club hay que añadirle la pandemia que se vivía a mediados de 2020: “Fue muy complicada la situación a la hora de poder avanzar con trámites y demás cuestiones burocráticas ya que no era posible ir a las oficinas de la federación ni al Ayuntamiento, pero lo logramos todo telemáticamente”. La rapidez también tuvo que ver con otro factor: Adrián Cifuentes ya tenía un club llamado Las Suertes, por lo que tan solo necesitaron cambiar el nombre y presentar los diferentes requisitos.

Aun así, Loureiro tampoco duda en afirmar que al ayuntamiento de Collado Villalba no le sentó muy bien esta decisión: “La pandemia no fue nuestro mayor problema; la antigua concejala de deportes no se lo tomó muy bien y nos dejó entrever en una reunión que no había cabida para dos clubes en Collado Villalba”.

Aun así, con tan solo unos meses de existencia, el Dehesa Villalba pudo contar en su primera temporada con jugadores de la talla de Gorroño, Diego Liras o el experimentado portero Espinosa. Encuadrados en el grupo 3 de Tercera División, el equipo dirigido en ese momento por Francisco Javier Carracedo quedó campeón tras un espectacular mano a mano con el Ciudad de Móstoles “B”, al que aventajaron en tan solo un punto.

Hacer historia en tiempo récord

Después de ganar el grupo 3, asaltaba el P.M. Javi Limones para vencer al Ciudad de Torrejón -que logró ascender a 2ªB dos temporadas después- y llevarse la final territorial de Madrid, lo que le daba acceso al play-off de ascenso a 2ªB. En esa eliminatoria de ascenso a partido único, el Dehesa Villalba goleaba por 5-0 al Tierra Castellana Ciudad de Arévalo FS en el pabellón Kike Blas.

Adrián Loureiro recuerda con extrema felicidad aquellos momentos: “Nosotros estábamos en un momento pletórico y nos daba igual quién se pusiera por delante, teníamos un objetivo marcado y no íbamos a dejarlo escapar”. A pesar de tener que jugar dos finales para ascender, el presidente del club villalbino tiene claro que se lo merecían. “Fue una recompensa a tanto trabajo, lucha y sacrificio”, añade.

Sergio González maneja la pelota en el partido contra el Ciudad de Arévalo FS | Imagen: CDE Dehesa Villalba

No obstante, la RFEF decide meter al equipo madrileño en el grupo 2 de 2ªB, con equipos de Aragón, Navarra, País Vasco, La Rioja, Burgos y Guadalajara. Por lo tanto, el grupo contaba con clubes de hasta siete comunidades autónomas diferentes. Debido al esfuerzo que supone realizar viajes tan largos cada dos semanas, Carracedo renuncia como entrenador del Dehesa Villalba.

Pero Loureiro no duda y decide fichar a Víctor García, más conocido como Vity, para la aventura del club en 2ªB. “Conocíamos el potencial de Víctor por lo que había conseguido con el ED Brunete FS y sabíamos que era un entrenador joven con ideas frescas, lo que nos animó a tomar la decisión”, admite. Por su parte, Vity reconoce que firmó con los villalbinos porque quería progresar deportivamente: “No fue una decisión fácil porque estaba en un club que era como mi casa y además tenía una relación especial con el presidente, pero subir de categoría llama mucho y yo en ese momento ya tenía esta ilusión y ganas de crecer”.

La campaña del debut en 2ªB

El club se esforzó todo lo que pudo y más para que el equipo pudiese dar un nivel competitivo acorde con la categoría en la que se encontraban. En cuanto al aspecto económico, no era una tarea sencilla sacar todo adelante. Pero se logró. Incluso con el apoyo del ayuntamiento de Collado Villalba, que otrora no vio con buenos ojos la creación del club, según Loureiro. “Nos costó mucho, pero tuvimos muchas ayudas por parte de la RFEF, la Comunidad de Madrid y el ayuntamiento, y los patrocinadores pusieron su granito de arena y también ayudaron”, aclara.

En cuanto a la parcela deportiva, Víctor García confirma que el equipo tardó un tiempo en carburar: “El primer año no fue una temporada de muchos cambios, pero pude hacer 4-5 fichajes de mi confianza y entre todos logramos sacar un año difícil”. Los jugadores tuvieron que adaptarse a sus ideas, ya que su forma de trabajar era nueva para la mayoría de ellos y él tenía un modelo de juego muy diferente al de Francisco Javier Carracedo.

De hecho, el club se reforzó de manera concienzuda con jugadores de calidad como Chus Hurtado (ex Movistar Inter), Laviña, Adri Barreno o Litos, estos tres últimos procedentes de una categoría tan fuerte como la División de Honor juvenil. Además, mantuvo a otros futbolistas importantes como Gorroño o los hermanos Tovar.

Los jugadores villalbinos saludan antes de un partido | Imagen: CDE Dehesa Villalba

A pesar de los viajes, los inconvenientes y la inexperiencia en 2ªB, el Dehesa Villalba logró un meritorio séptimo puesto en su primera presencia en la división, casi a los mismos puntos de distancias de los puestos de play-off y Copa del Rey que del descenso. El único equipo madrileño que no pertenecía al grupo 4 se ganaba el derecho a estar un año más en la categoría de bronce del fútbol sala español.

Amigos para toda la vida en el grupo 2

La experiencia en el grupo 2 fue inolvidable. Vity confiesa que no conocía a los equipos y destaca la masa social de la mayoría de ellos. También le sorprendió mucho el nivel físico de la liga y la manera de competir, sin desdeñar la calidad de los equipos de la zona alta de la tabla.

El presidente coincide de forma casi absoluta con el entrenador: “En el grupo 2 los partidos se podían solventar con físico, salvo cuatro o cinco equipos como Tafa FS, CD Oxartabe, CD Pinseque, CDF Zierbena FS o AD San Juan, que eran los más complicados”.

Pese a la distancia, Víctor García hizo muy buenas migas con entrenadores rivales como Antonio Albero, Raúl Zamora o Iker Toro. Curiosamente, con este último vivió una anécdota muy especial: “Tuve un debut muy duro en 2ªB con un 2-8 en casa frente al AD San Juan, y a las horas me escribe Iker Toro [entrenador del equipo pamplonés], que hasta ese momento nos conocíamos de dos minutos, para mandarme ánimo y para decirme que lo voy a sacar y que no me preocupe porque ha visto cosas buenas”.

Misma categoría, nuevo grupo

Después de una campaña tan extenuante, el Dehesa Villalba es integrado en el grupo 4 para la temporada 2022-23 en detrimento de los ascendidos madrileños desde Tercera División, el ED Brunete FS -entrenado precisamente por Francisco Javier Carracedo- y el Futsala Villaverde, que van a parar al grupo 2.

El cambio tuvo consecuencias dispares. Por un lado, las distancias de los desplazamientos a los partidos fuera de casa se redujeron drásticamente. En la temporada 2022-23, el grupo 4 de 2ªB contó con 7 equipos madrileños, 5 castellano-manchegos y 4 extremeños. “No tener todos los findes desplazamientos de 800-1000 km se nota y nos ha beneficiado en la calidad de vida; al final aquí hemos hecho dos o tres viajes largos y el resto son entre 100 y 250 km”, asegura el técnico.

El cuadro madrileño festeja una de sus victorias en su primera temporada en 2ªB | Imagen: CDE Dehesa Villalba

Pero por otra parte, el nivel de los equipos que suelen conformar el grupo 4 es, de manera genérica, mayor, algo que corrobora Víctor García: “Creo que en el grupo 4 hay mucha más calidad y no hay partido fácil, así que es más complicado sumar puntos”. Buen ejemplo de ello es la igualdad que ha existido esta campaña en la liga, pues “clubes con una gran plantilla han bajado de categoría y otros equipos con jugadorazos y el objetivo de meterse en play-off se han quedado lejos de ello”, como bien apostilla el ex del ED Brunete FS.

Los villalbinos no se han amilanado en ningún momento. Si en la temporada 2021-22 lograron 43 puntos, en esta han sumado 41. Han terminado ocupando la décima plaza mientras que el año anterior habían quedado séptimos. Unos guarismos muy similares entre un grupo y otro, lo que significa que los pupilos de Vity han dado la talla.

Jóvenes aunque sobradamente preparados

El Dehesa Villalba se ha construido a base de talentos jóvenes como Miki (ex UDRB y ex Movistar Inter “B”), Javichu (ex Torrejón Sala y Movistar Inter “B”) o Sergio Gómez (ex UDRB o Ciudad de Móstoles, entre otros) y jugadores experimentados como Miguel, Sergio González o Tarsa.

Después de dos años como técnico del primer equipo, Víctor García continuará y, además, a partir de ahora se encargará de la faceta de la dirección deportiva del club. Y tiene claro que quiere seguir con una política de fichajes similar: “El perfil de jugadores que busco suele ser gente joven, con hambre y ambición; fichar a gente ya contrastada, que a veces viene de vuelta, no garantiza el éxito”.

Para la temporada 2023-24, el club ya ha anunciado varias renovaciones y otras tantas caras nuevas. Continúan jugadores como Alejandro Nieto, Javichu, Miki o Jorge Nieto y llegan al Kike Blas otros como Tote (ex Ciudad de Móstoles y hermano de Mati), Mati (ex Ciudad de Móstoles y hermano de Tote) o Miguel Alonso (ex AD Alcorcón FS, Ciudad de Móstoles o CD Leganés FS).

Crecer a partir de la base

Después de un ascenso a 2ªB en su primer año de nacimiento y lograr la salvación con solvencia durante dos temporadas consecutivas, cabría preguntarse dónde está el techo del club. El presidente y el entrenador son cautos y se centran en ir mejorando de a poco. “Los objetivos del club son mantener la categoría de nuestro primer equipo, seguir trabajando con la base y dar oportunidad a los juveniles, además de afianzar aún más el primer equipo femenino y crecer un poquito más, pero esto no depende de nosotros”, comenta Loureiro.

Los jugadores del Dehesa Villalba celebran un gol | Imagen: CDE Dehesa Villalba

Víctor García coincide con él casi al completo: “Necesitamos ir dando pasitos como club para poder ir mejorando en todas las parcelas, pero esperemos que el equipo y el club puedan crecer y ojalá encontremos patrocinios que nos ayuden a poder ir mejorando la plantilla y la base”.

El entrenador no se arrepiente ni un ápice de recalar en el conjunto de la Cuenca del Guadarrama: “Voy a por mi tercera temporada en este club, he aprendido muchísimo de la categoría y me ha hecho autoexigirme mucho, así que creo que fue una decisión acertada venir aquí porque me han dado una confianza increíble y me han dejado trabajar”.

Su nuevo puesto como director deportivo es signo inequívoco de que el corraleño está haciendo un buen trabajo: “Es un cargo que asumo con mucha responsabilidad, estoy agradecido de que el club confíe en mí y yo, como siempre, voy a agradecer esa confianza con mucho trabajo e ilusión”. En esta nueva tarea Vity quiere aunar sus esfuerzos en fortalecer la base del club. “Me estoy centrando en sacar un filial en categoría regional y en poder continuar con el juvenil y cadete”, revela.

El sufrimiento del éxito

En tres años de vida, el Dehesa Villalba ha alcanzado unas cotas impensables para un club tan joven. El trabajo y la entrega de jugadores y cuerpo técnico han sido claves para haber conseguido tanto en tan poco tiempo. “Las dos temporadas han sido parecidas en cuanto a resultados, con una primera vuelta regular y una segunda vuelta muy buena, pero con la diferencia de que esta última campaña hemos jugado mejor en la primera vuelta que el año pasado”, puntualiza Víctor García.

Mantener la categoría en 2ªB no es fácil para ningún equipo. Para el Dehesa Villalba mucho menos, pues en su primer año tuvo que recorrer parte del norte de España cada quince días y en el segundo ha tenido que competir con equipos con, a priori, mucho más nivel. Y Vity es quien mejor lo sabe: “Parece fácil pero hemos sufrido mucho, este año en enero llegamos a ser siete jugadores y un portero y no se preveía un buen futuro; el año pasado también fue complicado por falta de gente, ya que a la mayoría de los partidos de fuera íbamos en cuadro”.

El estilo de juego del castellano-manchego seguramente haya sido uno de los factores claves para las dos permanencias logradas. “Me considero un entrenador valiente, mis equipos juegan al ataque; me gusta tener el balón y arriesgar mucho con él aunque esto nos pueda generar pérdidas que nos penalizan”, declara García. En cuanto a la defensa, le gusta presionar muy alto para provocar el error del rival o recuperar la posesión.

La plantilla villalbina, feliz después de ganar | Imagen: CDE Dehesa Villalba

Aun así, no es inflexible y trata de amoldarse a las características de los futbolistas de los que dispone en cada momento: “Intento hacer mis equipos con jugadores de este perfil para poder llevar a cabo mi modelo de juego, pero también es importante saber adaptarte a los jugadores que tienes”.

El presente y el futuro del fútbol sala en Collado Villalba

El Dehesa Villalba está sorprendiendo a propios y extraños. El club madrileño ya ha hecho historia y pretende seguir haciéndola. Así pues, la comparación con el otro club villalbino de referencia, el AD Collado Villalba FS -que llegó a jugar en la extinta División de Plata, la actual Segunda División-, es inevitable.

Adrián Loureiro tiene claro que en aquella época el fútbol sala vivía una realidad distinta a la de hoy en día: “La única diferencia que hay son los años de antigüedad y que tenían más apoyo de las instituciones; la situación económica era otra totalmente diferente, con lo cual podían pagar a sus jugadores y fichar sin problemas”.

El futuro del Dehesa Villalba parece estar en buenas manos, ya sea desde la directiva o desde la dirección deportiva, con Adrián Loureiro y Víctor García. El cuadro de Collado Villalba jugará en 2ªB por tercer año consecutivo gracias a la valentía de unos amantes del fútbol sala que se atrevieron a ser y a estar. Y el futuro, por muchas piedras en la ventana que haya tirado, les ha recompensado.